¿Iniciar un blog en 2024? Tal vez sea la iniciativa más anacrónica que hice en el último tiempo después de escuchar un álbum completo de rock.
Tengo algunas razones para hacerlo y voy a contar las principales.
Genero contenido casi constantemente. Lo hago en redes sociales principalmente y, en consecuencia, para terceros. Es un contenido que deja de pertenecerme de algún modo, que pasa a regirse por reglas que desconozco y se va para siempre.
Tener un sitio web propio tiene que ver con tener algo más de control de tus propios contenidos. También mayor libertad de formatos y extensiones.
En mi caso estoy usando WordPress porque es fácil, porque es de código abierto, porque siempre me cayó bien Matt y no tiene políticas retorcidas que tenga que esforzarme por comprender.
El blog es un espacio personal y una voz propia que dice lo que tiene ganas. Posee algo de ese espíritu de principios de milenio que lamentablemente se ha perdido en el debate público digital para darle un lugar preponderante al odio, la vanidad y el posicionamiento constante de la venta de cosas.
Como sea, no pienso al blog como un espacio nostálgico, para nada. Y aquí va otra de las razones: necesito escribir. Cada tanto tengo el impulso de decir algo y compartirlo. Las plataformas que uso habitualmente no tienen las herramientas y extensiones necesarias para hacerlo.
Por ejemplo, Instagram hace todo lo posible para que mueras por frustración antes de escribir un post. Y soy de los que elige comunicar con palabras.
Lo utilizaré para publicar contenido profesional, cosas que quiera hacer públicas, alguna opinión y lo que me surja. Ya veremos.
También será el reservorio de los textos principales que envíe en el inminente “Newsletter“. Porque hoy por facilidad lo hago desde Substack, pero qué mejor que tener esas publicaciones en mi propio archivo.
Aquí vamos.